Cuando una persona percibe que sus recursos biológicos, psicológicos o sociales no son suficientes para afrontar una situación concreta, surge el estrés, el cual se acompaña de un estado emocional variable y este desequilibrio emocional, viene a su vez, cargado, gracias a la activación del sistema nervioso vegetativo, de manifestaciones causadas por el aumento de la actividad de los órganos periféricos: tensión cardíaca, presión arterial. Además de las emociones, los pensamientos que acompañan a esta experiencia, son una fuerte importante de activación. Hay dos formas de experimentar el estrés:
- Eutrés: o estrés positivo. La persona sufre hechos amenazantes, estímulos sociales nuevos, negativos o cambiantes o presión ambiental. Su organismo se activa fisiológicamente y surgen las emociones. Tras tomar decisiones apropiadas, el organismo se reequilibra gracias al control neuroendocrino y se consigue retomar la Salud, la Energía habiendo recibido enseñanzas que nos ayudan a ser más felices y creativos.
- Distrés: la persona sufre los mismos hechos descritos en el Eutrés, pero además los vive con una gran presión interna, llena de pensamientos amenazantes y estímulos internos negativos. Pueden agravar la situación hábitos negativos, conductas adictivas o vida sedentaria o descontrolada. Su organismo se activa fisiológicamente y sufre de emociones parasitarias que repercuten en la salud física y social, por lo que finalmente, el cuerpo llega, tras una fase de resistencia, al agotamiento y el consiguiente descontrol neuroendocrino que produce enfermedad.
Como todos deducimos, una Pandemia es una situación desencadenante de estrés, pues se trata de un suceso repentino, que produce gran cambio en nuestra vida y que presenta amenaza contra nuestra integridad y la de nuestra familia y allegados.
Las respuestas ante el estrés son muy variables, tantas como personas hay en el mundo y por lo tanto, al acompañar una situación debemos personalizar los Cuidados al máximo. La activación fisiológica produce altos niveles de catecolaminas y corticoesteroides , que influyen en el organismo. Si estos niveles se mantienen en el tiempo, la fase inicial de activación, pasa a desarrollar una resistencia, un ejemplo es la frase típica "mientras el cuerpo aguante". Y si se agota la resistencia del organismo, se llega al agotamiento que puede producir enfermedad, tanto física como mental e incluso, la muerte.
Según Lazarus y Folkman(1984), el afrontamiento es "aquellos esfuerzos congnitivos y conductuales, que se desarrollan para manejar las demandas externas e internas, que son percibidas como desbordantes con los recursos que posee el individuo". Estos recursos pueden ser internos: salud, , capacidad intelectual, autoestima, independencia; o externos: ambiente, clima, vivienda. Además de culturales y sociales: creencias, valores, sistemas de apoyo, economía, profesión. En la práctica, no va a vivir de la misma forma esta pandemia, un niño obligado a guardar una cuarentena que no entiende, una persona autónoma que puede que pierda sus ingresos para sobrevivir, un anciano que vive solo o un trabajador de Servicios a la Comunidad. Todos tienen su particularidad y es en ella sobre la que vamos a fijar los objetivos de nuestros cuidados.
Estrategias para afrontar las crisis
Podemos actuar de varias formas, combinando las que veamos más útiles para llegar a la resolución de la emoción/pensamiento negativo que nos llevará a la enfermedad:
Según el Foco:
- Dirigidas a las emociones: La persona se va a defender deformando la percepción de la situación: minimizándola "bah,ésto no es nada", racionalizándola"voy a encontrar la explicación", reaccionando con conductas sustitutivas: comiendo o fumando en exceso, bebiendo, o intensificando sus labores. Todo ello aumenta el distrés y nosotras podemos ayudar a encontrar conductas alternativas que neutralicen la negatividad.
- Dirigidas al problema: modificando la situación, buscando soluciones: en el encierro, buscar actividades lúdicas para niños, acudir a foros on line si vivimos solos, avisar a los Servicios Sociales si tenemos algún vecino anciano que, puede que tenga problemas por el confinamiento.
- Orientadas a la representación que se hace la persona sobre la modificación o reducción de sus aspiraciones laborales, emocionales o espirituales: modificando objetivos, aprendiendo o desarrollando nuevas habilidades o conductas.
Según el método empleado:
- Aproximativas: personas que van a analizar lo que les está pasando y todas las emociones negativas que sufren.
- Evitativas: se alejan de la situación.
- Pasivas: esperan a ver cómo evoluciona todo.
Según el tipo de proceso:
- Cognitivo: intentan comprender, comparar, minimizar, distraerse, pensar en todas las consecuencias de sus conductas, pero no realizan ninguna acción concreta.
- Comportamentales: Intentan cambiar la situación, buscando recursos de todo tipo.
Según el momento:
- Anticipatorias: se adelantan a lo que pueda pasar.
- Restaurativas: a toro pasado, emplean estrategias para solventar la situación.
Estamos siendo testigos de las diferentes formas de afrontamiento que genera la pandemia: hay personas que sobregeneralizan: "todos vamos a sufrir la enfermedad", tienen una visión catastrófica: " vamos todos a morir o me voy a quedar sin trabajo"; Culpabilidad: "veo a los sanitarios salvando vidas y yo aquí en casa encerrado" o se autoengañan"esto no me va a afectar a mi, porque no es cierto lo de la pandemia". Hay quien ha inventado toda clase de publicaciones jocosas, o quien hace uso de su potencial interno sacando afuera la creatividad...
Vamos a ver qué podemos hacer nosotras, como acompañantes, en estas situaciones críticas.
En primer lugar, mediante herramientas como la entrevista `personal o a familiares, especificaremos el problema. Como ya hemos visto, puede ser de índole emocional, mental o espiritual.
Vamos a ayudar a la persona a que, tras identificar las emociones que se producen, las acepte como algo natural y que nos informan de que algo está ocurriendo y vamos a investigar juntos como podemos solventar el malestar que producen.
Una vez sabido ésto, deduciremos si la respuesta actual de la persona es o no eficaz.
Buscamos alternativas a la situación: aquí fijamos los objetivos que deseamos alcanzar, por ejemplo: "Me gustaría estar tranquila cuando voy a trabajar al hospital, poder dormir la noche anterior y saber que, pase lo que pase, todo sucederá de la mejor forma posible. Voy a contribuir a ello y tú me vas a ayudar a hacerlo lo mejor posible".
Elegimos las actividades e intervenciones a realizar para alcanzar esos objetivos.
Accionamos.
Voy a poner un ejemplo práctico:
"Mi hija, de 11 años, me explica llorando que está muy nerviosa y asustada, pues lleva muchos días en casa y no entiende porqué no podemos salir un poco a la calle. Respira muy deprisa y no puede parar de sollozar, la intento tranquilizar, la abrazo, le explico que todo va a ir bien, pero aunque se calma, al cabo de un rato me expresa con nerviosismo y angustia, su aprensión a que nos pase algo malo. Finalmente, tras conversar con ella, dice que está mejor, pero estos días la encuentro muy triste, se enfada con todos y por todo...no sé qué hacer".
Como podemos comprobar, esta situación es muy frecuente en nuestros días, en los que los más pequeños, con una fuerza vital increible y acostumbrados a diferentes actividades a parte de la escuela, sufren en el confinamiento debido al estado de alarma. Hay niños que actúan con crisis ansiosas, otros que se vuelven más traviesos y desordenados, otros manifiestan miedo...
Ansiedad: "Sensación vaga e intranquilizadora de malestar o amenaza acompañada
de una respuesta autónoma (el origen de la cual con frecuencia es
inespecifico o desconocido para la persona); sentimiento de aprensión
causado par la anticipación de un peligro. Es una señal de alerta que
advierte de un peligro inminente y permite a la persona tomar medidas
para afrontar la amenaza."
Tras la entrevista que hemos tenido con la madre, sabemos que la pequeña Laura tuvo una crisis de ansiedad y tras ella, quedaron sentimientos de temor, preocupación, cavilación e irritabilidad. Nos explica que últimamente tiene el sueño alterado y se le ha quitado el buen apetito. Lo ideal es que tuvieramos una entrevista con Laura, pero debido al confinamiento, vamos a intentar acompañar a ambas, madre e hija, por atención telefónica en formato videollamada. Esta es la primera parte del método de resolución de problemas: identificar el problema a solucionar, en este caso, gracias a una entrevista a fondo. Como los preadolescentes dominan bastante bien las nuevas tecnologías, le pedimos a Laura que grabe un audio explicando cómo se encuentra ahora y nos cuenta que: " siento que algo malo nos puede pasar y estar tanto tiempo encerrada sin poder entrenar- juega a basket en un equipo local-, me hace sentirme nerviosa. Veo a mis amigos por videollamada y muchas pelis, además me mandan bastantes deberes, por lo que tengo el tiempo bien ocupado. Se me ha quitado el hambre y duermo fatal. No soy capaz de encontrar la solución para lo que me pasa". Centrándonos en el Foco del problema y a lo que Laura se representa de él, la causa principal es el temor a que le suceda algo malo a su familia o a ella misma, además de que sus metas y aspiraciones han cambiado, pues la liga de basket de la temporada en la que ella estaba jugando un gran papel en su equipo, se ha anulado. También deducimos que está haciendo un afrontamiento cognitivo, pues le da vueltas al tema, pero no acciona para encontrar soluciones, se queda "paralizada y ansiosa" pensando en cómo resolverlo.
El siguiente paso es concretar las emociones que le ocupan a Laura en este momento, compartir las con ella. A estas alturas, ya nos comunicamos por teléfono-videollamada. Ella se encuentra mucho mejor tras hablar de sus "cosas". Nos hemos puesto de acuerdo en tres emociones inherentes a su ansiedad:
TEMOR/APRENSIÓN
ESTRÉS PROVOCADO POR EL FACTOR CAMBIO REPENTINO
IRRITABILIDAD
Ella misma expresa que siente miedo y aprensión por una posible muerte o enfermedad de sus padres o hermana, por la posibilidad de que el Mundo sea diferente a cómo era antes, por perder la temporada del básquet. También nos dice que este cambio de vida tan brutal la ha trastocado, no se puede concentrar, le cuesta memorizar o resolver los problemas, está triste. Y además, se siente irritable, todo la hace enfadar. Se le ha ido el buen humor.
Como podemos deducir, Laura está haciendo un afrontamiento ineficaz de esta situación y como acompañantes, vamos a mostrar nuestro apoyo, con frases como esta: "Laura, ahora ya sabes cuales son tus emociones ante la situación de confinamiento por el estado de Alarma. Tu familia y yo vamos a ayudarte a que te encuentres mejor y superaremos juntos este problema."
En la siguiente entrada, voy a describir cómo vamos a fijarnos los objetivos a conseguir y qué acciones vamos a tomar para superar la Ansiedad...¿Nos acompañáis?
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