Mi promoción en la Escuela de Enfermería del Sagrado Corazón, en Castellón, perteneciente a la Universidad de Valencia, fue la primera del Siglo XXI. En esos años de estudio, las Terapias Naturales no tenían cabida en mi facultad, aunque sí conocía otras en las que se incluía en su Plan de Estudio materias como la Reflexología. En la asignatura de Psicosociales, sí que realizamos alguna meditación, pudiendo comprobar en nosotras mismas sus grande beneficios.
Hace ya más de veinte años, cayó en mis manos un libro muy extenso y cuidado sobre Reflexología, tanto podal como de las manos, en el que tocaba incluso Digitopuntura. Me interesó muchísimo el tema y fui experimentando en mi misma sus beneficios. Aunque al iniciar mis estudios, las miles de páginas a estudiar, sustituyeron los masajes reconfortantes y curativos...
Durante el primer año de estudios, mi piel me habló, bastante a gritos además, y un eczema atópico irrumpió en mi vida, pasé un tiempo tratándome con medicamentos alopáticos, con un resultado cada vez peor. Viajé más tarde a la homeopatía y el resultado tampoco fue muy bueno. Un año más tarde, ya desesperada, decidí acudir a un Naturista al que le agradezco enormemente mi maravillosa recuperación. Para mi, enfermera de formación más bien científica, me resultaba chocante el descubrir que: "tienes un colapso de tu energía del hígado", "tomarás tal hierba y estos remedios que te daré" "seguirás esta dieta, evitando estos alimentos". Todo novedades, que no había escuchado antes porque no me las habían planteado. Salí de la consulta bastante escéptica, hasta que este Terapeuta me miró a los ojos y con una media sonrisa, afirmó con seguridad: "Te vas a curar". Y, efectivamente, no pasó un mes y ya tenía la piel como la de un bebé. Preciosa y sonrosada...También me cambió el carácter, el ánimo y mucho más...
Esto supuso un punto de inflexión en mi vida, todo lo "Natural", comenzó a interesarme. Terminé mis estudios y me puse a trabajar en un Hospital. Y años más tarde, una compañera me enseñó un Máster Postgrado que se cursaba en la Universidad, sobre Reflexología. Y allí vi una oportunidad magnífica para aprender lo que hacía años buscaba: Una Terapia Natural en la Universidad!.
Nada me hacía imaginar todo lo que iba a aprender...y todo lo que sigo aprendiendo...y todo lo que aprenderé, porque eso sí, la Salud y la Enfermedad son partes inevitables del Ser humano que habita en este Planeta, y su abordaje desde una visión holística, es inabarcable. Y cuando he podido vivir en mi sus beneficios y observarlos en las personas que me rodean, cada día sé que voy por el buen camino, aunque no el más fácil para una enfermera que trabaja en un Hospital tradicional.